El Síndrome de Burnout se caracteriza por un progresivo agotamiento físico y mental, una falta de motivación absoluta por las tareas realizadas, y en especial, por importantes cambios de comportamiento en quienes lo padecen.
El síndrome de burnout se caracteriza por:
- Agotamiento emocional, fatiga y depresión.
- Relación de los síntomas con la actividad laboral.
- Predominancia de estos síntomas en los ámbitos mentales y conductuales sobre el cansancio físico.
- Aparición de los síntomas en personas normales sin antecedentes “psicopatológicos”.
- Ineficiencia y pobre desempeño en el trabajo.
Este síndrome normalmente suele darse con mayor frecuencia en aquellos puestos de trabajo relacionados con atención a terceros, como docentes, personal sanitario o personas que trabajan en atención al cliente y puede llegar a ser motivo de baja laboral.
Sin embargo, recientemente y debido al confinamiento, se ha vuelto más común el trabajo en casa o “home office” lo que ha representando un mayor desgaste profesional y exceso de estrés para la mayoría de las personas, que aunado con la incertidumbre y confusión propios del confinamiento repentino, puede ocasionar daños importantes en la salud física y mental de quienes lo padecen.
La migración súbita al home office nos obligó a adaptar la sala, la recámara, y otros espacios del hogar como áreas de trabajo, que además, compartimos con nuestra pareja, hijos, familia o “roomies”, lo que puede volver la convivencia complicada y generar más ansiedad.
Ante la facilidad para permanecer conectados la mayor parte del día, y la imposibilidad de salir y justificar la ausencia, las jornadas de trabajo están volviéndose “interminables”, provocando que los trabajadores se sientan saturados y experimenten síntomas de agotamiento y malestar general.
¿Qué podemos hacer?
Es esencial de llevar una buena organización y apegarse a los horarios de trabajo establecidos (Háblalo con tus empleadores), es importante evitar la sobreexposición a las noticias, elegir fuentes confiables de información, y buscar ayuda profesional en caso de requerir asesoría para balancear nuestras actividades, o para mejorar la salud propia y de quienes nos rodean.
En conclusión:
Debemos buscar el equilibrio.
Tratamiento:
- Utilizar técnicas de relajación
- Masajes musculares
- Realizar actividad física
- Realizar actividades de esparcimiento como juegos y pasatiempos.
- Buscar ayuda de un profesional
